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El consumo de una leche de crecimiento aumenta los niveles de vitamina D y de hierro en niños de 2 años de edad: el ensayo Growing-Up Milk-Lite (GUMLi)

La revista “The Journal of Nutrition (Nutrient Requirements and Optimal Nutrition)” ha publicado el pasado mes de octubre un ensayo clínico controlado aleatorizado sobre el consumo de leche de vaca y una leche de crecimiento en relación al estatus de vitamina D y de hierro en niños de 2 años de edad.

Los déficits en micronutrientes son una de las causas prevalentes de morbilidad y mortalidad. Dentro de los micronutrientes, la deficiencia de hierro y de vitamina D (siendo la de hierro la más prevalente) es uno de los problemas con una gran repercusión en la población pediátrica, siendo aún bastante prevalente la deficiencia de estos nutrientes en Nueva Zelanda y en Australia (entre el 7-29 %), al igual que en muchos países del mundo, siendo un condicionante del aumento de infecciones.

Leche convencional y leche fortificada

El objetivo de este estudio fue realizar un análisis secundario para investigar el efecto del consumo de una leche de crecimiento fortificada en micronutrientes y reducida en proteínas, en comparación a una leche de vaca consumida durante 52 semanas para valorar el estatus y la ingesta dietética de hierro y vitamina D, concentraciones de 25-hidroxivitamina-D, en niños de 2 años de Nueva Zelanda y Australia.

Ensayo GUMLi y principales resultados

El ensayo llamado GUMLi es un ensayo multicéntrico, doble ciego, aleatorizado, controlado realizado con una muestra de 160 niños sanos de 1 año de edad (n = 108, Nueva Zelanda y n = 52, Australia). Este estudio se ha llevado a cabo entre el 2015 y el 2017. Los niños fueron asignados aleatoriamente para consumir durante 1 año o una leche fortificada (con 1,7 mg de hierro y 1,3 µg de vitamina D en forma de colecalciferol por cada 100 ml de leche) o con leche de vaca convencional (0,02 mg de hierro y 0,06 µg de vitamina D en forma de colecalciferol por cada 100 ml). También se valoraron los cambios en el consumo dietético de hierro y vitamina D, así como en los niveles de 25-hidroxivitamina D (25-OH-D) en la sangre a los 2 años. Estos resultados fueron ajustados por los niveles basales y el centro de estudio.

Como resultado principal, la leche fortificada fue un contribuyente muy importante a la ingesta dietética de hierro y vitamina D, después de 12 meses de intervención en comparación con el aporte a través de alimentos y de leche de vaca. Comparando, la diferencia de medias ajustada entre los grupos para el hierro, los niveles séricos de ferritina fueron de 17,8 µg /L (IC 95 %, 13,6-22 µg/ L, diferencias estadísticamente significativas, p-valor < 0,0001) y para la vitamina D, niveles de 25-OH-D fue de 16,6 nmol/L (IC 95 %, 9,9-23,3 nmol/L, diferencias estadísticamente significativas, p-valor <0,0001). Después de 1 año de intervención, presentaron deficiencia de hierro 16 niños, el 24 % de los participantes en el grupo que tomó la leche de vaca convencional y 5 niños (7 %) de los niños que consumieron la leche fortificada y la prevalencia de deficiencia de vitamina D aumentó al 14 % (10 niños) en el grupo de la leche de vaca y disminuyó al 3 % (2 niños) en el grupo de la leche fortificada.

Conclusión

En conclusión, una leche fortificada en hierro y en vitamina D puede mejorar la ingesta dietética de estos dos micronutrientes y por ende, mejorar los niveles en el organismo en niños sanos de 2 años de edad.

Enlace a la referencia

Para consultar el artículo completo, se puede acceder a través del siguiente enlace: https://academic.oup.com/jn/article-abstract/148/10/1570/5114316?redirectedFrom=fulltext

Nota original