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Niños y adolescentes, sectores clave para evitar obesidad en México

La OCDE estima que, para 2030 en México, 39 por ciento de la población tendrá problemas de sobrepeso y obesidad.

En el problema de obesidad, las actividades sedentarias son un factor determinante y cobran una factura muy alta en la población en general, pero en especial en niños y adolescentes, afirmó Teresa Ochoa Rivera, académica de la Universidad Iberoamericana.

Por ello, urgió a reforzar la “educación en materia de salud conociendo dietas saludables, además de contar con vigilancia y tener indicadores para saber cómo se va evolucionando”.
Las tasas de obesidad seguirán incrementando al menos hasta el 2030; la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que, en México, 39 por ciento de la población tendrá problemas de sobrepeso y obesidad.

“La obesidad es un problema muy complejo, tiene muchas aristas, no podemos dar una solución, hay que trabajar desde la sociedad, desde diferentes esfuerzos conjuntos, para que poco a poco vaya disminuyendo”, explicó.
“Tiene que abordarse desde diversos aspectos, que van de seguridad social y pobreza, hasta discriminación y malos hábitos de alimentación”, agregó.
La especialista advirtió que no se debe de esperar a que llegue el problema, sino verlo desde antes, por lo que insistió a fomentar en centros escolares en conjunto con los padres algún tipo de jornadas educativas y vigilancia para los niños.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y distintas instituciones internacionales recomiendan que los niños realicen una hora de ejercicio físico vigoroso al día, pero este aspecto se ha visto afectado por diversas razones.
A decir de Ochoa Rivera, la infraestructura urbana y la inseguridad, hace que la gente “se mueva menos”.
Además, dijo, las estructuras familiares, muchas veces los padres salen a trabajar y los niños se quedan en casa, por lo que sólo ven la televisión y, con nuevas tecnologías, iPad y todos los dispositivos hacen que no tengan actividades físicas; pasan mucho tiempo frente a pantallas.
“Hay que hacer un análisis, he escuchado que hay muchas escenas violentas y de alguna manera, que jóvenes estén viendo tanto tiempo televisión y en mundos muy alejados de su realidad, genera ansiedad, conductas no saludables; por lo que es importante jugar con amigos de carne y hueso y no del otro lado de la pantalla, que sepan de juegos, de convivencia, que tengan actividad física que les ayude a su crecimiento y a su salud mental.
Estimó que las comunidades deben de contar con áreas seguras para que los niños cuenten con espacios para jugar. Se refirió por ejemplo a fomentar el trabajo en equipo, a través del futbol o voleibol, para que “los menores de edad no estén en su casa pegados a la televisión”.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016 (ENSANUT MC, 2016) reveló que uno de cada tres niños, de 2 a 11 años, tiene sobrepeso u obesidad.
En el caso de las mujeres adolescentes, cuatro de cada 10 sufren alguno de estos padecimientos, y el 33.5 por ciento de los adolescentes hombres presentan estas afecciones.
Al hacer referencia a programas de salud como Chécate, Mídete, Muévete, Ochoa Rivera estimó que éstas aún son insuficientes. “Intentan funcionar o dar unas pautas; por ejemplo, viendo resultados de salud, en los niños de educación preescolar si se ha visto una disminución, pero en los adolescentes ha aumentado la prevalencia sobrepeso y obesidad”.
Al referir estadísticas, comentó que en niños de menos de cinco años hay una disminución de peso; no así en las mujeres de 12 a 19 años, que presentaban una prevalencia de 35.8 por ciento en el año 2012 y del 39.2 por ciento en el 2016. En los adolescentes pasó del 34.1 por ciento al 33.5 por en el mismo periodo.
“Hay unos sectores de la población donde se ha disminuido la obesidad, pero en caso de mujeres jóvenes es preocupante, porque desde adolescentes hay obesidad y cuando lleguen a la adultez será muy preocupante.

Fuente: Notimex